miércoles, 9 de junio de 2021

Columpiándome entre la presencialidad y la virtualidad.


Comenzando el # ABPMOCC-INTEF quiero contarles cómo ha sido mi experiencia docente en tiempos de pandemia.

El 16 de Marzo del 2020, en Argentina se suspendieron las clases presenciales. La comunidad educativa se movilizó para mantener la comunicación y asegurar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje utilizando infinidad de medios como Whatsapp, Zoom, Meet y Classroom. 

La situación epidemiológica hizo posible que en el mes de septiembre, las autoridades provinciales, tomaran la decisión de retornar a las aulas, de forma parcial, en grupos y horarios reducidos, en algunas áreas. Así llegamos a fin de año, donde todos los alumnos que egresaban de la institución acompañados de dos familiares y los docentes nos reencontramos en el patio de la escuela para participar de un cierre de ciclo, respetando estrictos protocolos. El aire se llenó de emoción... nos abrazamos con las miradas.

Febrero 2021, nos congrega en la presencialidad cargados de incertidumbre pero con algunas certezas, producto de las experiencias transitadas el año anterior.

El equipo de gestión y todos los docentes nos reencontrábamos para leer protocolos de cuidado, organizar las aulas, armar burbujas de alumnos, sabedores del gran desafío que teníamos por delante: revincularnos con los alumnos, recuperar aprendizajes y trazar posibles estrategias para avanzar.

La presencialidad será posible mientras la situación epidemiológica provincial lo permita. Por eso, aprovechamos los tiempos en el aula, para ejercitar a nuestros alumnos en el uso de dispositivos y estrategias de estudio con TIC. 

Es asombroso ver como los alumnos aprenden y se vinculan rápidamente  con los dispositivos. Me siento esperanzada al ver que mis colegas, están acercándose a las TIC, lanzándose a utilizarlas en las aulas de manera cotidiana, integrándolas en distintos momentos de la clase, después de muchos años de insistir para que lo hicieran sin miedos, para planificar, crear documentos colaborativos, cuadernillos de ejercitación, videos.

Marzo y Abril fueron mágicos!. Las paredes de la escuela hogar se llenaron de sonidos y movimiento. Aumentó el uso de dispositivos para elaborar en colaboración secuencias didácticas integrando áreas y asoman ideas para diseñar proyectos de aprendizaje entre docentes.

Pero Mayo, con el aumento de contagios de COVID, nos hizo volver a la virtualidad. Así me encuentro hoy. Con el aula en casa. Reuniones de Zoom con docentes y profesores colegas de dos centros educativos: editando colaborativamente en Drive, evaluando procesos, diseñando proyectos de capacitación... Preparando material impreso y digital para mis alumnos, reencontrándome con ellos a través de las pantallas de Whatsapp, Meet o Zoom, poniendo en acción, todo lo aprendido en éstos años de capacitación en TIC, para acompañar y guiar a mis compañeros noveles, que se vieron obligados a integrar las TIC a su labor diaria para sostener el proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos. 

Disfruto cada momento, al ver que a pesar de la situación, ponen todo el empeño por aprender y crear. Atrás han quedado los dichos: "no me llevo bien con la computadora", "es muy difícil para mí", "no puedo, no lo entiendo"... 

Y vamos por más... sin bajar los brazos... para que la Escuela... siga abierta, hoy más que nunca ubicua, desde casa.